Nuestros hijos han nacido en una era en la que la tecnología media las relaciones sociales de una forma sin precedentes. Los cambios en las maneras de interacción social son tan rápidas, que no sabemos manejarnos en este mundo tecnológico. Las normas sociales que antes eran válidas, parecen haber desaparecido. Es decir, la tecnología cambia la manera en que interactuamos entre nosotros. Y con ella se pierden o transforman las normas sociales y los valores. Mientras que, por otro lado, la sociedad avanza hacia el individualismo, lo que tampoco ayuda.
¿Cómo fomentar las habilidades sociales en los niños?
La prosocialidad es algo que va más allá de la buena educación o la cortesía. No es algo superficial. Es una manera de vivir y de relacionarte con los demás, y tiene un gran impacto tanto en la persona que la practica, como en quien la recibe.
Existen diferentes actitudes que debemos enseñar a nuestros hijos para que sean prosociales, entre ellas se encuentran:
1. Ayudar a otras personas que lo necesiten
Es importante enseñar a nuestros hijos a dar ayuda física a otras personas que lo necesiten y siempre con su permiso. Estas son actitudes tan simples como ayudar con la compra al vecino, ceder el asiento del bus a personas mayores o ceder el paso a otra persona.
2. Dar y compartir
Enseñar el valor de la generosidad y de ser desprendidos, así como pedir perdón si es necesario, es clave para que tus hijos se acerquen a la prosocialidad.
3. Consolar
Si otra persona está triste, debemos enseñar a nuestro hijo a respetar las emociones ajenas y consolar de la manera que podamos y, por supuesto, que la otra persona se sienta cómoda.
4. Elogiar
Debemos enseñar a nuestros hijos a valorar positivamente lo que nos gusta de los demás con acciones o expresiones verbales que muestren nuestro reconocimiento. Es fundamental que el elogio sea sincero.
5. Escucha activa
Cuando nos hablen, escuchar de verdad. Poner nuestra atención plenamente en el otro y mostrarnos interesados.
6. Empatía
Enseñar a nuestros hijos a ponerse en el lugar del otro. El desarrollo de la empatía es importante. Y a los más peques hay que animarles siempre a tratar de entender a los demás, cómo pueden sentirse y qué motivos puede haber detrás de sus conductas.
7. Solidaridad
Mostrarse solidario con otras personas y colectivos ante el sufrimiento, los problemas y las situaciones difíciles.
Si ponemos atención en el desarrollo de las habilidades de nuestro hijo conseguiremos que poco a poco sea consciente de poner en práctica actitudes prosociales, vamos a fomentar el desarrollo de sus habilidades sociales y a hacer que emocional y socialmente sea más positivo. Y, por tanto, de manera colateral, se verá beneficiado. Porque aunque el fin de la prosocialidad no es el beneficio propio, indudablemente cuando uno mantiene una actitud amable, generosa y respetuosa con el entorno, provoca reacciones favorables de los demás hacia uno mismo.
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